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Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
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Información de la EditorialSegunda Corintios 5:6-8 nos dice claramente que el creyente es llevado directamente a la presencia de Dios en cuanto muere. Pablo argumenta que “estar ausentes del cuerpo” es equivalente a estar “presentes al Señor”. Jesús hablo de un tema similar cuando le dijo al ladrón en la cruz “hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). El paraíso al que se refirió Jesús es sinónimo al cielo.
Sin embargo, las Escrituras también enseñan que el creyente, mientras está en la presencia de Dios, no recibirá su cuerpo glorificado hasta después. Al morir, nuestros cuerpos van al sepulcro y esperan la segunda venida de Cristo (1 Tes. 4:16), cuando Él los resucitara y transformara (1 Juan 3:2).
El apóstol Pablo habla del día cuando nuestros espíritus serán unidos con nuestros cuerpos para ya no estar desnudos (2 Cor. 5:3), y así tener la habilidad de vivir por la eternidad en la manera en que Dios nos creo para disfrutar. El nuevo cuerpo del cristiano es futuro, aunque cada santo ya fallecido está en la presencia de Dios.
Para más información sobre este tema, lea el libro de John MacArthur titulado "La gloria del cielo " publicado por Editorial Portavoz.